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¿Por qué debes dejar de utilizar plásticos?

por Viridiana Zubieta en October 31, 2022

Los productos de plástico de un solo uso pueden parecer convenientes para ciertas situaciones, pero con el daño que causan a través de su producción, distribución y desechos, se han convertido en una gran amenaza para la salud ambiental y humana. La quema al aire libre de desechos plásticos, el consumo de mariscos contaminados con plástico y la creación de microplásticos dañinos son solo algunas de las razones por las que estos deben eliminarse gradualmente.

De acuerdo a un informe reciente del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) “From pollution to solution”, actualmente hay entre 75 y 199 millones de toneladas de desechos plásticos en el océano, y en 2016 entre 9 y 14 toneladas de desechos ingresaron al ecosistema acuático. Se estima que para 2040, esto casi se habrá triplicado a 23-37 millones de toneladas por año. Los plásticos son los desechos marinos más grandes, dañinos y persistentes, y representan al menos el 85% de todos los desechos marinos.

De los 8,300 millones de toneladas de plástico virgen producidos a finales de 2015, se han desechado 6,300 millones de toneladas. La mayor parte de esos desechos plásticos todavía están entre nosotros, enterrados en vertederos o contaminando el medio ambiente. Se han encontrado microplásticos en el hielo marino de la Antártida, en los cuerpos de los animales que viven en las fosas oceánicas más profundas y en el agua potable de todo el mundo.

¿DE DÓNDE SALIERON LOS PLÁSTICOS?

Los seres humanos hemos utilizado materiales similares al plástico, como la goma laca, hecha de una resina secretada por unos insectos, durante miles de años. Pero los plásticos, tal como los conocemos hoy, son un invento del siglo XX: la baquelita, el primer plástico fabricado con combustibles fósiles, se inventó en 1907.

Después de la Segunda Guerra Mundial empezó la producción de plásticos sintéticos para uso fuera del ejército y desde entonces, la producción de plástico ha aumentado casi todos los años, de 2 millones de toneladas en 1950 a 380 millones de toneladas en 2015. Si continúa a este ritmo, el plástico podría representar el 20% de la producción de petróleo para 2050.

Actualmente, la industria del embalaje es, por mucho, el mayor usuario de plástico virgen. Pero también usamos plástico en muchas formas altamente duraderas como en inmuebles, el transporte y otras infraestructuras, sin mencionar los muebles, electrodomésticos, televisores, alfombras, teléfonos, ropa y muchos otros objetos cotidianos. Es por ello que no es posible imaginar un mundo sin plástico. Sin embargo, es esencial descubrir cómo forjar una relación nueva y más sostenible con él.

¿QUÉ SIGUE?

La forma más efectiva de reducir los desechos es no crearlos en primer lugar. Crear un nuevo producto emite gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático y requiere una gran cantidad de materiales y energía: las materias primas deben extraerse de la tierra y el producto debe fabricarse y luego transportarse a donde sea que se venda. Como resultado, la reducción y la reutilización son las formas más efectivas de ahorrar recursos naturales, proteger el medio ambiente y ahorrar dinero.

LOS BENEFICIOS DE REUTILIZAR

  1. Reduce las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático.
  2. Previene la contaminación causada por la reducción de la necesidad de cosechar nuevas materias primas.
  3. Ahorra energía.
  4. Ayuda a preservar el medio ambiente para futuras generaciones.
  5. Reduce la cantidad de residuos que será necesario reciclar o enviar a vertederos e incineradores.
  6. Permite que los productos se utilicen al máximo.
  7. Ahorramos dinero.

 

¿QUÉ PODEMOS HACER?

 

  1. Piense “verde” antes de comprar. Esta decisión reduce las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas pensando ecológicamente cuando compres algún producto. Revisa sus etiquetas, si es ecofriendly, no probado en animales, si es orgánico, su embalaje, todo ello debe ser un punto crucial para decidirte a adquirirlo.
  2. Reduce el desperdicio de alimentos comprando de manera inteligente; esto es comprando solo lo que necesitas, haciendo compostas con los restos de alimentos y donando los alimentos que no utilices a bancos de alimentos o refugios.
  3. Dale un segundo uso a artículos como ropa vieja, bolsas de supermercado de tela, botellas y recipientes para evitar el desperdicio. Dona tu ropa, aparatos electrónicos y materiales de construcción sin usar para asegurarte de que otros también puedan darles vida o un segundo uso.
  4. Compra productos hechos con contenido reciclado. Revisa las etiquetas para ver con qué están hechos los productos
  5. Evita los plásticos de un solo uso como botellas de agua, recipientes, popotes, platos, etc., prefiere botellas y/o recipientes de acero inoxidable (Te recomendamos Hydro Flask®, pero también puedes elegir otras marcas, la idea principal es cuidar nuestro planeta)

Sin duda alguna el plástico es uno de los materiales más versátiles y populares del mundo, se utiliza para hacer todo, desde equipos médicos hasta juguetes y empaques. Pero también es una fuente importante de contaminación por lo que debemos dejar de evitarlo en todas aquellas circunstancias en las que sea posible, por nuestro bien y el del planeta.