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El plástico en el medio ambiente es una enorme presión para el ecosistema terrestre. Todos lo sabemos. Sin embargo, los riesgos para la salud que plantean los plásticos no son del todo conocidos. Los químicos que contienen pueden desencadenar una amplia gama de enfermedades y problemas de salud a largo plazo.
Alrededor del 40 por ciento de los plásticos producidos en todo el mundo se utilizan para envasar alimentos. Las sustancias tóxicas pueden migrar de este embalaje a los alimentos.
La mayoría de los plásticos se fabrican a partir de petróleo crudo y gas natural. Los productos químicos añadidos, es decir, los aditivos, confieren al material propiedades específicas. Son especialmente perjudiciales los plastificantes como los ftalatos o los retardantes de llama tóxicos a base de bromo o bisfenol A, que se encuentran en los platos de plástico o en el revestimiento interior de las latas.
Estas sustancias pueden dañar el sistema nervioso o influir en las hormonas. También se sospecha que alteran el metabolismo y favorecen la obesidad, problemas de tiroides, diabetes, infertilidad o incluso el cáncer.
Es necesario investigar a profundidad las consecuencias para la salud de la migración de sustancias tóxicas a los alimentos. Esto requiere conocimiento de los productos químicos contenidos en los materiales de embalaje.
Sin embargo, la industria del plástico a menudo mantiene las fórmulas de los materiales lejos de nuestro conocimiento.
El Foro de Envases de Alimentos, un organismo experto suizo independiente y con base científica en sustancias químicas en contacto con alimentos, ha transparentado una base de datos sobre sustancias químicas en contacto con alimentos (FCCdb) que fue publicada en 2020 y que enumera más de 12,000 sustancias químicas encontradas en envases de alimentos.
Descubrieron que el 29 por ciento de estas sustancias carecen de datos tóxicos abiertamente accesibles. Tras una revisión de todas las sustancias, 608 sustancias químicas en contacto con alimentos se consideran las más peligrosas para los seres humanos, los animales y la naturaleza.
Evitar los plásticos de un solo uso es importante, no sólo para evitar que se ensucie el planeta, sino también, para evitar que se agoten los recursos.
Mientras la industria del plástico no sea del todo confiable y se tomen medidas legislativas adecuadas, debemos protegernos de los riesgos que estos productos suponen para nosotros.
Es cierto que evitar los plásticos en nuestra vida diaria es un desafío y no resolverá de raíz el problema, pero cada paso ayuda.
En un mundo donde la sostenibilidad se está volviendo cada vez más crucial, cada pequeño paso hacia un futuro más verde, sin plástico en el medio ambiente, cuenta.
Uno de esos pasos es el simple hecho de cambiar a botellas de acero inoxidable como las de Hydro Flask. Esta elección no sólo ofrece inmensos beneficios para el planeta, sino que también se alinea con un estilo de vida de durabilidad, estilo y conciencia ecológica.
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Como ya lo platicamos, no es ningún secreto que los plásticos de un solo uso están causando estragos en nuestro planeta. Desde contaminar nuestros océanos hasta poner en peligro la vida silvestre, las consecuencias de los desechos plásticos son de gran alcance.
Consideremos esto: cada año, millones de botellas de plástico terminan en vertederos o en los océanos, donde tardan cientos de años en descomponerse, si es que lo hacen. Aquí es donde entran en juego las botellas de acero inoxidable como alternativa sostenible.
Hydro Flask se compromete a reducir los desechos plásticos y promover un futuro más sostenible. Su línea de botellas de acero inoxidable ofrece una solución duradera y reutilizable al problema de los plásticos de un solo uso.
Por ejemplo, nuestra Standard Mouth no sólo es elegante y tiene mucho estilo, sino que también mantiene las bebidas calientes hasta por 12 horas y las frías hasta por 24, lo que reduce la necesidad de vasos o botellas desechables.
Una de las características más destacadas de las botellas Hydro Flask es su durabilidad. Nuestras botellas están fabricadas con acero inoxidable de alta calidad, están diseñadas para durar toda la vida.
Ya sea que estés caminando por senderos desafiantes, yendo al gimnasio o simplemente en el trayecto al trabajo, tu botella Hydro Flask está diseñada para resistir los rigores de la vida diaria y, por supuesto, reducir el plástico en el medio ambiente.
La Wide Mouth, disponible en una gama de colores increíbles, es un ejemplo perfecto de estilo y sostenibilidad. Además, su boca ancha hace que sea fácil de limpiar y llenar con tus bebidas favoritas, desde agua hasta smoothies y todo lo que necesitas para tu día a día.
El reciclaje juega un papel crucial en la lucha contra la contaminación plástica y los termos de acero inoxidable son fácilmente reciclables.
A diferencia de las botellas de plástico, que muchas veces terminan en los vertederos, el acero inoxidable se puede reciclar indefinidamente sin perder su calidad.
Al elegir una botella, vaso o termo de Hydro Flask, no sólo reduces tu huella de carbono, sino que también contribuyes a una economía circular en la que los materiales se reutilizan constantemente.
Al cambiar de plásticos de un solo uso a acero inoxidable reutilizable, no sólo estás tomando una decisión personal importante; estás haciendo una declaración a favor del medio ambiente.
Con el compromiso de Hydro Flask con la sostenibilidad, su diseño duradero y las opciones versátiles y coloridas disponibles, es más fácil que nunca generar un impacto positivo mientras disfrutas de tus bebidas favoritas.
Únete a nuestro movimiento, cambiando un hábito a la vez, make the switch y reduce el plástico en el medio ambiente.
